Un día cualquiera entras en una librería para comprar un libro, y en lugar de una tienda común te encuentras con un hogar acogedor con una anfitriona que te hace sentir como en tu casa.
Parece de ensueño ¿verdad?, pues existe ese lugar y es lo que me inspiró para emprender esta nueva etapa. Yo también quería un lugar como aquel, aunque aún me queda mucho para ser la anfitriona perfecta, tal como recuerdo a Pilar y que tanto nos sigue aportando.
Cuando mi hija mayor fue por primera vez al "Dragón Lector" apenas tenía cuatro años. Yo trabajaba en Madrid, justo a lado de la librería, con lo que más de un sábado la llevaba para participar en los talleres que realizaban. Tanto la marcaron que se ha convertido en una ávida lectora y aún recuerda aquellos cuentacuentos que con tanto cariño se leían. Tras cambiar de trabajo y residencia el ir a Madrid con tres hijas me resultaba una labor casi imposible.
Han pasado más de cinco años. Tenía en mente comprar un libro a mi hija mayor, Alicia en el País de las Maravillas, una historia que a las dos nos apasiona. Pensé que un libro tan singular solo podía ser comprado en una librería especial. Mi sorpresa fue que tras tanto tiempo me sentí como el personaje del anuncio del turrón, el hijo pródigo que vuelve a casa por Navidad. Bien sea porque viene de la librería que viene, o porque la historia es maravillosa, debo decir que se está convirtiendo en el libro favorito de mi hija.
Solo puedo decir, GRACIAS por todo, por ser mi inspiración, por ser como eres y por crear ese mundo mágico al alcance de todos.
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